jueves, 8 de octubre de 2009


El Gran Mago –un anciano de barba fosforescente-huía perseguido por pequeños magos. A un lado estaban las montañas; al otro lado, el mar. El Gran Mago trazó una raya en la arena para detener a los pequeños magos que lo perseguían y cuando los pequeños magos llegaron a la raya que el Gran Mago había trazado en la arena, se detuvieron. No podían pasar. Entonces los pequeños magos hicieron caballos de arena para saltar la raya y alcanzar al Gran Mago. Los pequeños magos montaron caballos y galopando entraron en el mar. Los caballos volvieron a ser arena y se ahogaron los pequeños magos.
El Gran Mago hizo un caballo de arena. Un hermoso caballo. Lo montó y regreso mirando las montañas y el mar.

Cuando el Gran Mago se apeó del caballo, el caballo le preguntó:

-¿Volveré a ser arena?

-No-respondió el Gran Mago.

El caballo sintió hambre y sed. Después se quedó dormido, parado sobre sus cuatro patas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario