jueves, 1 de octubre de 2009

LA CUEVA


Es bueno tener una cueva.

Con la que refugiarte de las fuertes tormentas,
que mojarían tu ánimo y dañarían tu corazón y tu alma.

Desde la que puedas encender el fuego,
para calentar tu piel y mantener viva tu pasión por vivir.

Donde te puedas esconder de las alimañas,
salvajes enemigos antinaturales.

Para poder reunir íntimamente a tus amigos,
verdaderos, leales y desinteresados.

Y poder, en sus adentros, apoyar tu cabeza,
descansar y rezar sin miedo al qué dirán.

Sí es bueno, muy bueno tener una cueva;
os lo aconsejo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario