viernes, 2 de octubre de 2009

La Crisis del Deporte de Rep. Dom.

VOLI_FEM_1Seguro que usted ha escuchado de viejos como en los tiempos difíciles había que echarle más agua a la sopa para que alcanzara para todos, también de cómo las naranjas se partían en gajos porque a mitad no daban para toda la familia.
Todas esas enseñanzas deben de ser desempolvadas a las nuevas generaciones y aplicarlas en todas las áreas, incluyendo el deporte federado, escolar y de masa en general, el cual viene durante muchos años con una enfermedad crónica: “El síndrome de Felipe”. Esta enfermedad consiste en que el secretario de Deportes, Felipe Payano, “Papa Jey”, dentro de su  magnífico trabajo acostumbró a la gente del deporte a recibir mucho dinero, ha invertido todo en los deportistas, en las federaciones, en las asociaciones, en los clubes, y eso no es malo, ahí ha estado parte de su éxito... Lo malo de eso es que ahora nadie sabe hacer nada si no es con mucho dinero. Todo el mundo se acostumbró a manejar cientos de miles de pesos para montar un evento en un país pobre, se gastan millones de pesos  para cualquier choque internacional y ahora que el gobierno pasa por un momento difícil económico, como casi  todo el mundo... El deporte está de brazos caídos.
¿Y la capacidad de los dirigentes? ¿Sólo el gobierno tiene que sostener el deporte? ¿Los cursos de gerencia, la creatividad, la identificación y el compromiso con el deporte, nada de esto decide, no vale? La dirigencia debe de demostrar su capacidad con o sin dinero, excepto aquellos casos mayores en los cuales sea obligatorio una inversión para una delegación de compromisos oficiales.
Atravesamos una crisis económica, pero también otras de capacidad gerencial en el deporte,  creatividad, liderazgo, planificación y de sentido común.
Aún con la situación actual, hay 20 locos en disciplinas diferentes pidiendo sedes de mundiales, NORCECA, campeonatos del mundo y eventos carísimos, mientras sus entidades están prácticamente infuncionales.
Carta
Por escasez de espacio las misivas que recibo no son publicadas  íntegramente, mientras más precisos y concisos sean los comentarios mayor posibilidad me dan de compartirlos con los demás lectores. Aquí les dejo uno bueno.
Frank Bonilla, soy dominicano hasta la tambora, pero difiero de usted, dada las circunstancias que presenta creo que algunos de sus puntos son debatibles. Primero, Mike Tyson (ante James “Búster” Douglas) es de conocimiento público que no entrenó a cabalidad, trasnochándose, consumiendo drogas y alcohol, así no se puede ganar. Segundo, (Antonio) Margarito está suspendido por utilizar un líquido en sus vendajes que se endurece y se pone tan fuerte como un yeso, por favor vuelva a observar la pelea, para que vea la clínica de boxeo que Miguel Cotto le enseñó a Margarito y; Tercero, Pacquiao ¿a quién se ganó? A un Oscar de la Hoya en sus últimas y a un indisciplinado (Ricky) Hatton que no pasó de ser un buen prospecto para ser un coge galletas.
RESPUESTA: Lo anterior lo conocemos usted y yo, más quienes vivieron esa época; las nuevas generaciones sólo verán el resultado. Cotto, de manera particular, ya tiene miedo a intercambiar golpes tras la golpiza que le propinó el mexicano Margarito, con Pacquiao está obligado batirse, no tiene pierna para correrle toda la noche por la velocidad que posee el filipino para cortarle el paso.

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